Los principios básicos de escapulario de la virgen del carmen original
Los principios básicos de escapulario de la virgen del carmen original
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Aparejo de evangelización: El escapulario incluso tiene un componente misionero. Al ser visible para otras personas, puede ser un medio para compartir la Certidumbre y estimular preguntas y conversaciones sobre la devoción mariana y la espiritualidad católica.
Según la Congregación para el Culto Divino de la Santa Sede, el Escapulario del Carmen es un signo exterior de la relación particular, filial y confiada, que se establece entre la Virgen, Reina y Raíz del Carmelo, y los devotos que se confían a ella con total entrega y recurren con toda confianza a su intercesión cariñoso; recuerda la primacía de la vida espiritual y la falta de la oración.
Al vestir el escapulario, y durante toda la vida, es muy importante que sepamos apreciar su profundo y rico significado, como pertenencia a una Orden, a la del Carmen, con obligación de vivir según su rica espiritualidad y su propio carisma.
Se le representa generalmente de perfil izquierdo, con el Corazón en el centro, aunque tenemos alguna interpretación en la que se representa su seno de frente.
Los escapularios Virgen del Carmen están disponibles en multitud de tamaños y acabados, por lo que encontrarás un escapulario Virgen del Carmen para cada ocasión y miembro de la comunidad.
Un sacramental es un objeto religioso que la Iglesia haya admitido como signo que nos ayuda a estar santamente y a aumentar nuestra devoción. Los sacramentales deben mover nuestros corazones a renunciar a todo pecado, incluso al venial.
Oh Virgen Santísima del Carmen. Llenos de la más tierna confianza, como hijos que acuden al corazón de su madre, nosotros venimos a implorar una tiempo los tesoros de misericordia que con tanta solicitud nos habéis siempre dispensado. Por eso a Ti clamamos en todos nuestros el escapulario de la virgen del carmen peligros y evacuación seguros de ser benignamente escuchados. Tu eres la Madre de la divina Agudeza, conserva puras nuestras almas; eres la Torre poderosa de David, defiende el honor y la libertad de nuestros países; eres el Refugio de los pecadores, troncha las cadenas de los esclavos del error y el vicio; eres el consuelo de los afligidos, socorre a las viudas, a los huérfanos y desvalidos; eres el auxilio de los cristianos, conserva nuestra Certeza y proteged a nuestra Iglesia, en particular a sus obispos, sacerdotes y religiosas.
Cuando el escapulario se ha desgastado, puede reemplazarse por singular nuevo bendecido, pero no se tira a la basura.
Medallas Virgen del Carmen de oro El proceso de fabricación de las medallas Virgen del Carmen es un procedimiento muy artesanal llevado a agarradera por maestros joyeros. La atención meticulosa a cada detalle en la creación de la medalla de la Virgen del Carmen, contiguo con la destreza artesanal el escapulario de la virgen del carmen del joyero, son medios cruciales en este proceso.
Los hábitos se componen de dos partes o cubiertas de tela que tapan ambas partes del torso respectivamente. Unidos por una cinta que pasa sobre las escapulas y de allí proviene el nombre escapulario.
La utilización de estos hábitos genera una retribución que fue prometida por la virgen el día de su aparición en monte Carmelo. Por esto se creó una forma de escapulario de la virgen del carmen original que los fieles no ordenados igualmente pudiesen obtener la premio.
Se cree que los primeros ermitaños carmelitas que vivieron en el Monte Carmelo de Tierra Santa en el siglo XII llevaban una túnica con cinturón y un manto a rayas típico de los peregrinos; cuando los carmelitas se trasladaron a Europa a mediados del siglo XIII y se convirtieron en una orden mendicante de frailes, adoptaron un nuevo hábito que incluía una túnica con cinturón rojizo, un escapulario cobrizo, una capucha emplazamiento capuche y un yacimiento blanco[3].
Oyenos Madre clementísima y permite que vivamos unidos en la vida a la confesión de una misma Certidumbre y la actos de un mismo bienquerencia al Corazón Divino de Jesús, podamos ser trasladados de la Nación terrenal a la Pueblo inmortal del cielo en que te alabaremos y bendeciremos por los siglos de los siglos. Figuraí sea.
Oh Altísimo, que adornaste a la Orden de la Beatísima siempre Virgen y Origen tuya María con el singular título del Carmelo: concede propicio que escudados con los auxilios de aquella cuya conmemoración celebramos, seamos dignos de llegar a los gozos eternos. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Campeóní sea.
